Este lunes, muchos jóvenes de hasta cuatro comunidades autónomas (Cantabria, Madrid, Murcia y La Rioja) comenzaron las pruebas de Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU). Ayer fue el turno de otras siete regiones (Navarra, Galicia, Extremadura, Comunidad Valenciana, Baleares, Asturias y Aragón), y hoy es el de Canarias, Castilla y León, Cataluña y País Vasco. Castilla La Mancha (12-14 de junio) y Andalucía (13-15 de junio) todavía tendrán que esperar hasta la semana que viene.
En la mayoría de los casos, este será el punto de partida para elegir un grado universitario y, en consecuencia, una de las primeras decisiones con implicaciones profesionales que tomarán muchos jóvenes de nuestro país.
Más allá de las inquietudes personales y de las notas de corte de cada carrera, es normal que, durante las próximas semanas, tanto los estudiantes como su entorno pongan un ojo en el mercado de trabajo y en las perspectivas de cada titulación.
La afiliación a la Seguridad Social entre los menores de 25 años, en tendencia creciente
Actualmente, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) del pasado mes de mayo, el paro registrado entre los menores de 25 años se sitúa en las 188.043 personas. Una cifra que no solo sigue la tendencia positiva del último año, sino que sitúa el paro registrado entre los menores de 25 años en su punto más bajo de toda la serie histórica. Además, está bastante por debajo de los datos previos a la pandemia: en el mes equivalente de 2019, el paro registrado en este grupo de población era de 240.259 personas.
En lo referido a los contratos iniciales, el 22 % de los que se han firmado en el último mes han sido para jóvenes menores de 25 años. Además, los trabajadores pertenecientes a este grupo de edad han firmado un total de 129.992 contratos iniciales indefinidos. Una cifra que, como consecuencia de la reforma laboral, es muy similar a la del mismo mes de 2022 pero está muy por encima de los meses de mayo de los tres años anteriores. Así, en mayo de 2019 los menores de 25 años solo firmaron 17.359 contratos iniciales indefinidos. Una cifra que aún fue más baja con la llegada del coronavirus en los meses de mayo de 2020 (5.622 contratos) y de 2021 (13.219).
A nivel europeo, Eurostat sitúa la tasa de empleo (dato 2022) entre los jóvenes de 16 a 24 años de España en el 23 %. Un porcentaje significativamente más bajo que el del conjunto de los jóvenes de la Unión Europea situados en este rango de edad (35 %). Sin embargo, esta cifra fluctúa ostensiblemente en función del nivel formativo de los jóvenes. Así, entre los que poseen educación superior esta ratio en España es del 54 % (61 % en la UE), del 24 % entre los que disponen de educación secundaria y postsecundaria no superior (45 % en la UE) y del 13 % entre los jóvenes que han superado hasta la primera etapa de educación secundaria (20 % en la UE).
Volviendo a los indicadores nacionales, si hablamos de afiliación a la Seguridad Social, los datos del mes de mayo también son positivos entre quienes oscilan entre los 16 y los 24 años. Así, en el último mes, la afiliación media de este estrato poblacional ha sido de 1.300.196 personas, lo que supone una variación del 2,6 % con respecto a abril y una variación interanual del 8,7 %.
Pero, aparte del dato global, la revisión pormenorizada de este indicador también permite evaluar el progreso de los egresados de la universidad española en el mercado de trabajo. De hecho, un análisis elaborado por el Ministerio de Universidades en el informe Datos y cifras del sistema universitario español. 2022-2023 refleja el comportamiento de la tasa de afiliación en función de la rama de enseñanza a la que pertenecen los egresados.
Concretamente, el dato más reciente facilitado por el Ministerio de Universidades pone el foco en los graduados en el curso 2015-2016 y la situación en la que se encontraban a los cuatro años de finalizar sus estudios universitarios. Entre ellos, la rama de enseñanza con una tasa de afiliación más alta es la de informática, con un 86,6 %. Tras esta, se posicionan salud y servicios sociales (84,1 %), educación (79 %), ingeniería, industria y construcción (78,6 %) y agricultura, ganadería, pesca y veterinaria (78,6 %).
El área de informática y telecomunicaciones es la que mejores oportunidades ofrece
Que la tasa de afiliación más alta la acapare la rama de enseñanza de informática no es casualidad. Según los datos del informe Estado del mercado laboral en España 2022 elaborado por InfoJobs y Esade, las vacantes que exigen estudios universitarios en las que menor competencia hay por un puesto pertenecen a este ámbito. Concretamente, arquitecto/a TIC y arquitecto de software, con solo cinco y siete inscritos por vacante respectivamente, están en la parte más alta del ranking de puestos menos competidos. Además, en ambos casos se oferta un salario bruto promedio anual por encima de los 50.000 euros.
Pese a que estos dos puestos lideran la lista, no son las únicas profesiones pertenecientes a este sector que se encuentran entre las 15 con menos competencia entre las que piden titulación superior. Aparecen también otras como analista de negocios TIC e ingeniero/a de redes TIC, con nueve inscripciones por vacante. Las vacantes de las ingenierías de electrónica, de pruebas y de cálculo también muestran una muy baja competencia, así como ciertos puestos del entorno de la medicina y la salud (optometrista, dentista especializado/a, médico/a especializado/a, odontólogo/a, óptico/a y enfermero/a).
Pero no solo hay que mirar al presente. De hecho, aquellos jóvenes que en los próximos días van a elegir una carrera universitaria se plantearán qué va a ser lo más demandado en el futuro. En este sentido, el informe Estado del mercado laboral en España 2022 también recoge los puestos emergentes que hay en nuestro país. Es decir, profesiones que aún no son masivas pero que están creciendo de manera exponencial. Unas tendencias que se detectan gracias a Job Market Insights, una herramienta de inteligencia de mercado del vertical de empleo de Adevinta que, a través de big data e inteligencia artificial, tiene capacidad para analizar 700 millones de ofertas de empleo al año de 28 países.
Así, dentro de los 61 puestos emergentes principales en nuestro país, al sector de la informática y las telecomunicaciones le pertenecen 25. Todos ellos se engloban en áreas como ciberseguridad, cloud, inteligencia artificial o data.
Otros sectores en los que también hay puestos emergentes son ingenierías y técnicas, sanidad y salud, finanzas y economía y marketing y comunicación. Posiciones que están relacionadas con subcategorías como la sostenibilidad, la bioinformática, el blockchain o los videojuegos y la creación audiovisual.
De manera más específica, estas posiciones reciben nombres como cloud data engineer (IT), blockchain developer (IT), bioestadístico/a (sanidad y salud), compliance analyst (legal) o growth hacker (marketing y comunicación). Y, pese a pertenecer a sectores muy diversos, la práctica totalidad de los puestos emergentes en España tiene un factor común: la necesidad de poseer competencias digitales avanzadas para poder desempeñarlos.
Muestra de su relevancia es que cada vez son más las empresas que integran herramientas y procesos digitales en su actividad. Según los últimos datos disponibles de Eurostat, en 2021 el 31 % de las empresas españolas de más de diez empleados utilizaban servicios de cloud computing. En el caso de la Unión Europea eran el 41 %. El Internet de las Cosas (IoT) estaba implantado en el 28 % de las compañías españolas (29 % en la UE) y el 14 % utilizaba análisis con big data (9 % en la UE).
Las competencias digitales, herramienta indispensable para el futuro profesional de los jóvenes
Desarrollar y afianzar las competencias digitales tiene que ser, por lo tanto, uno de los grandes objetivos del progreso académico de los jóvenes, independientemente de la rama de enseñanza hacia la que se enfoquen. Actualmente, en España, un 85 % de las personas que tienen entre 16 y 24 años cuenta con competencias digitales, ya sean básicas o avanzadas (en el conjunto de la población son el 64 %).
Este dato supone superar la media de los jóvenes europeos en 14 puntos porcentuales. Además, sitúa a nuestro país en la novena posición del ranking europeo. Por delante se encuentran otros como Finlandia (93 %), Islandia (91 %), Suiza (88 %) o Croacia (88 %).
En España, seis de cada diez jóvenes (16-24 años) tienen competencias avanzadas, una tasa 20 puntos superior a la media de la Unión Europea
Esta implantación generalizada de las competencias digitales entre los jóvenes podría, en muchos casos, no ser suficiente para atender a las nuevas necesidades del mercado laboral. Esto se debe a que, muchas posiciones —sobre todo, las emergentes— requieren poseer competencias digitales avanzadas. En este sentido, seis de cada diez jóvenes (16-24 años) en España se sitúa en el nivel de competencias avanzadas. Un dato que ubica a la juventud española casi 20 puntos por encima del conjunto de la Unión Europea.
Tal y como destaca Mónica Pérez, directora de Comunicación, Estudios y Relaciones Institucionales de InfoJobs: “Nuestros jóvenes cada día están más preparados para hacer frente al reto de la digitalización como así lo demuestran los índices de competencias digitales, que nos sitúan por encima de la media europea. Sin embargo, no podemos desviar el foco de este objetivo porque la transformación digital avanza a un ritmo vertiginoso. Tenemos que seguir apostando por la formación en las áreas STEAM y por dotar a los jóvenes que llegarán al mercado laboral en los próximos años de las herramientas y conocimientos necesarios para liderar una economía cada vez más digital”.
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