El estudio divide los niveles de riesgo de burnout en tres categorías: alto, medio y bajo. El grupo de alto riesgo incluye a empresas y sectores donde más del 33% de los empleados presentan riesgo de agotamiento, mientras que el grupo de bajo riesgo incluye a aquellos con menos del 33% de empleados en riesgo.
Principales resultados
- A nivel global, el 27% de los empleados está en riesgo de sufrir síndrome de burnout, o síndrome de desgaste profesional.
- En las organizaciones clasificadas como de alto riesgo, 1 de cada 2 empleados (48%) pueden padecer agotamiento, mientras que en las organizaciones de bajo riesgo, esta cifra se reduce a 1 de cada 4 empleados (25%).
- Las causas y los porcentajes de riesgo de síndrome de burnout varían según los sectores. En el sector de Medios y Entretenimiento, la proporción de empresas de alto riesgo puede alcanzar hasta el 50%. En el sector Tecnología, el porcentaje de empresas de alto riesgo es del 23%, lo que representa un aumento del 8% respecto al año anterior.
Por otro lado, el sector de los Servicios Financieros presenta un 18%, lo que indica una mejora significativa de 4 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. - Los datos revelan una disminución general de conectividad en todos los sectores. La conectividad toma en cuenta la satisfacción de los empleados, la lealtad y el sentido de pertenencia en la organización. Esto evidencia la importancia de que las organizaciones prioricen su cultura, valores y esfuerzos de inclusión.
La investigación concluye que, sin una estrategia que contemple un plan específico para mejorar la salud y el bienestar de los empleados, el riesgo de desgaste profesional afecta tanto a los managers como a la plantilla, desencadenando un ciclo negativo que deteriora aún más el compromiso y la productividad en todos los niveles de la organización.
Para acabar con este círculo vicioso y mitigar el riesgo de burnout, las organizaciones deben hacer uso de tecnología como el cloud, gracias a su enfoque basado en datos, que ayuda a medir y comprender el estado emocional de los empleados y alinear los objetivos del negocio con los niveles de bienestar deseados.
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