Liderazgo femenino: conoce las acciones que están autoboicoteando tu crecimiento

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Liderazgo femenino: conoce las acciones que están autoboicoteando tu crecimiento

Son muchas las funciones que debe cumplir una buena líder. La gestión del cambio, es decir, facilitar y conseguir la implementación de los procesos de transformación es una de ellas. Ahora bien, no todas las transformaciones, ni en la empresa ni personales, tienen solo un carácter externo. A veces, el cambio pasa por una misma, por actuar para revertir los sesgos inconscientes, las profecías autocumplidas y las dinámicas aprendidas durante muchos años.

Los datos señalan que los techos de cristal van rompiéndose, aunque aún queda mucho camino por delante. Por ejemplo, el informe “Women in Business 2022” del pasado año reportó que un 36% de los puestos de dirección en las empresas medianas españolas eran ocupados por mujeres. Una nueva realidad donde es vital que las mujeres que ocupan posiciones de liderazgo eviten aquellas acciones inconscientes que pueden cuestionar su posición o dificultar su crecimiento profesional.

Ana Sarmiento, experta en evaluación y liderazgo en Kincentric ha analizado y detectado 5 cinco de estos actos que pueden y deben ser gestionados y modificados para un liderazgo de la mujer más sano y equitativo:

  1. ¡Deja de hacer de anfitriona! Eres una mujer emprendedora o la directiva de una organización y estás presente en un acto con otras muchas personas. En esos casos evita la tentación de asumir el rol de cuidadora y no busques complacer a la gente porque ya hay personas que deben cumplir esa función. Actúa como invitada o protagonista y pon el foco en el contenido.
  2. No tienes que pasar los apuntes a nadie. Otro sesgo inconsciente pasa por sentir la responsabilidad de que todo quede registrado, por ejemplo, en una reunión. Eres una líder no la persona encargada de levantar acta. No escribas la crónica del evento, escribe tu diario y refuerza la idea de que lo principal es registrar aquello que tenga relevancia para tu actividad.
  3. No intentes liderar como tu bisabuelo. Un error muy habitual es caer en la tentación de repetir los viejos patrones de un liderazgo autoritario tradicionalmente asociado a lo masculino. La posición de líder también se puede reforzar apostando por la empatía, la asertividad, la gestión de las emociones y el liderazgo solidario. Este tipo de liderazgo se potencia con el autocuidado, un acto que un estudio reciente de la consultora Kincentric señala que puede servir para cuidar mejor a los equipos y actuar con mayor amabilidad y compasión. Hoy, ser un líder fuerte no es incompatible con tener empatía.
  4. ¡Evita las disculpas innecesarias! Eres una mujer líder por lo que no necesitas usar la coletilla de “disculpa” antes de dar tu opinión durante una reunión o al querer hablar con un cliente potencial. Actúa con seguridad y no con sumisión para reafirmar tu posición y tu voz.
  5. Delega algunas de tus responsabilidades personales. Una responsable que intenta supervisar cada paso de su equipo de trabajo comete un gran error. Una buena líder debe saber delegar y esta máxima no solo vale para la oficina sino que también es fundamental en la vida personal. A pesar de la mochila interiorizada de muchos años asumiendo la carga de los cuidados, hay que delegar también en otras personas las cuestiones familiares. La corresponsabilidad refuerza tu liderazgo en casa y en la empresa.

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RRHHDigital

Fuente Original: Aquí

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