La irrupción de la tecnología en el mundo laboral ha llevado a las empresas a disponer de nuevas herramientas que contribuyen a mejorar el día a día y la productividad de los profesionales. Sin embargo, éstas también plantean un desafío a la hora de separar la vida personal de la profesional. Y es que, a pesar de que ofrecen a los trabajadores una mejor capacidad de conciliar, su uso a menudo dificulta una desconexión total.
“La tecnología puede contribuir a que las líneas que separan las esferas laboral y personal se diseminen. Nos encontramos ante un escenario en el que los trabajadores se muestran potencialmente operativos a todas horas, al disponer de todas las comunicaciones centralizadas y al alcance, con que las empresas pueden contactar con sus empleados en cualquier momento”, argumenta Fernando Calvo, director de People & Culture de Hays en el Sur de Europa. “Además, vivimos hiperconectados a los distintos canales, entre los que se hallan redes sociales como LinkedIn, que contribuyen a construir nuestra imagen social y refuerzan nuestro valor como profesionales. Esta realidad nos lleva a la posibilidad de estar sometidos más tiempo al ámbito profesional, lo que puede generar tensión social e incrementar el estrés”.
Este contexto de mayor presión y el peligro de una falta de control en establecer dichos límites ponen el foco en la salud mental en el ámbito laboral. Un tema que ha pasado a abordarse de forma abierta y a gestionarse de forma proactiva por parte de las empresas.
Los empleados, impulsores de este cambio
Ante este escenario, las compañías se han visto obligadas a adaptarse y a prestar una especial atención a aspectos que afectan a la salud mental de sus empleados, como la sobrecarga, el burnout o la importancia de desconectar. En consecuencia, se han empezado a implementar protocolos y procedimientos internos con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de la plantilla y, al mismo tiempo, fomentar la empleabilidad.
“Son ya muchas las empresas que se adaptan a las necesidades y los requerimientos de los profesionales en relación con su exposición a dispositivos y canales que les conectan con sus puestos de trabajo” señala Calvo, que añade que “los sectores más competitivos, en los se ha experimentado una elevada fuga de talento propiciada por esa presión derivada de la disponibilidad permanente, son los que se han puesto las pilas más rápidamente a través de medidas ligadas a la salud mental del trabajador. No obstante, esto no sucede en todos los ámbitos de actividad ni de la misma forma, queda mucho recorrido. Cada compañía tiene que desarrollar y adaptar sus propias herramientas para facilitar que sus trabajadores encuentren un mayor equilibrio y vean su bienestar incrementado. Aspectos que redundan en mejores tomas de decisiones y en una mayor productividad”.
En este sentido, para desempeñar un papel fundamental en el apoyo a los empleados en el desenvolvimiento de su labor, las organizaciones deben propiciar entornos que contribuyan al desarrollo tanto profesional -con planes de carrera y de formación- como personal de sus plantillas. Generar un ecosistema en el que pongan al alcance los canales y las herramientas necesarias y, al mismo tiempo, en que se planteen y acuerden dinámicas de trabajo que
permitan a cada profesional responsabilizarse de la gestión de su labor y de los recursos que se le ofrecen, estableciendo límites que no socaven el citado equilibrio entre su bienestar laboral y personal.
En la actualidad, el 33% de la plantilla de Hays es usuaria del Servicio de Apoyo Psicológico que ofrece la compañía. Una herramienta percibida de forma cada vez más positiva, según revelan las encuestas internas. Tras las 7 sesiones mínimas iniciales para valorar cómo se sienten los empleados de la compañía, se ha observado un patrón común: éstos acuden al servicio por una causa profesional, pero la problemática en su fondo suele ser personal. “Más allá de permitir detectar algunas dificultades o irregularidades en el entorno laboral para escalarlas a tiempo, el acompañamiento que desde Hays brindamos a nuestros equipos ayuda a gestionar y sobrellevar preocupaciones, inquietudes y aspectos personales de cada individuo”, concluye Fernando Calvo.
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