Activar la liquidez, la agilidad y la cooperación transversal, fundamental para la sostenibilidad del negocio

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Bajo el título “Activar la liquidez, la agilidad y la cooperación transversal en la organización”, la sesión sirvió como marco para describir las características observables más importantes de una organización líquida:

  • Flexibilidad ágil: adaptación rápida de las estructuras organizativas, de los procesos, y de los puestos, al contexto.
  • Cooperación interna y externa: entre profesionales con perfiles diversos, sin barreras organizativas, de ubicación, de cultura, etc.
  • Diversidad de contribución: reconocimiento y valoración de todas las contribuciones: gestión, conocimiento, relaciones, etc.
  • Responsabilidad y equidad: asignación clara y equitativa de responsabilidades esenciales para la estrategia.

En esta duodécima sesión del programa, se trataron asimismo las palancas de gestión que la activan, y la evolución en cada una de ellas que más desean las organizaciones:

  • Estilo de liderazgo y de gestión: pasar de un liderazgo que se basa en la antigüedad y la autoridad” a otro basado en la capacidad de influir en los demás, inspirando e impulsando talentos.
  • Estrategia y políticas de gestión de personas: evolucionar las políticas de gestión de personas vinculadas a los puestos de trabajo, hacia políticas centradas en el desarrollo profesional y en las capacidades reconocidas en las personas.
  • Innovación: moverse del lanzamiento de productos al mercado una vez que se ha completado el desarrollo, a lanzamientos que proporcionan un ROI temprano y las opiniones de los clientes.
  • Modelo de organización: sacar la información de los silos organizativos para que fluya transversalmente según necesidades.
  • Procesos de negocio: pasar de procesos visibles solo por mandos a procesos visibles por todos los intervinientes.
  • Mentalidad: conseguir que el cambio se perciba como motivador y no como una amenaza.
  • Toma de decisiones: la delegación responsable de decisiones sustituye a las decisiones concentradas en niveles altos de la jerarquía.
     

En definitiva, implantar una “organización líquida” es una transformación estratégica que contribuye a impulsar la efectividad organizativa y a sostenerla frente a cambio de contexto.

Fuente Original: Aquí

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