Maria Luisa Benlloch, Associate Engagement Lead de Novartis, abrió el debate al señalar que la comunicación inclusiva no debe limitarse a aspectos de género. Para ella, incluir diversas generaciones y culturas en la conversación es esencial para crear entornos laborales más equitativos. “Hoy en día, los mensajes de comunicación deben ser breves, impactantes y visualmente atractivos. Nadie tiene tiempo para leer textos largos y detallados“, afirmó, haciendo hincapié en la necesidad de adaptar la forma en que se comunica con el objetivo de captar la atención de públicos cada vez más diversos y con menos tiempo disponible.
Cristina López Morillas, Responsable de Recursos Humanos de Saint-Gobain Weber, destacó en el desayuno la importancia de construir una estructura sólida que respalde la integración de la diversidad, tanto desde el área de Comunicación como desde Recursos Humanos. Para ella, una de las claves es garantizar que la información llegue a todos los niveles de la organización, especialmente a aquellos/as empleados/as que no cuentan con acceso inmediato a tecnologías o plataformas digitales. “Es esencial que la información se transmita a todos/as, incluso a aquellos que tienen menos acceso a la tecnología, y eso se logra con sistemas como el que estamos desarrollando que permite acceder a la información desde cualquier dispositivo profesional y personal”, explicó, refiriéndose al esfuerzo por hacer la comunicación más accesible y equitativa.
Adriana Miracle, del Área de Personas de SEIDOR, compartió su experiencia sobre los retos que enfrenta una empresa multinacional con equipos culturalmente diversos. Según Adriana, uno de los mayores desafíos no es el idioma, sino las costumbres y tradiciones locales que influyen en la forma en que las personas se relacionan y entienden la comunicación. “La integración no solo depende del idioma, sino de cómo respetamos las tradiciones y costumbres de los demás. Es fundamental crear un ambiente inclusivo y de apoyo para todos/as”, subrayó, dejando claro que el respeto cultural es clave para una comunicación efectiva.
Rebeca Jardón González, Chief People Officer de Eurofragance, reflexionó sobre la complejidad de tratar con una diversidad cultural cada vez más presente en las empresas. Destacó que, más que imponer un enfoque estándar, es crucial tratar a las personas según sus expectativas y sensibilidades, una práctica que ayuda a evitar malentendidos culturales. “La verdadera clave no es tratar a los demás como nos gustaría ser tratados, sino como ellos/as esperan ser tratados”, aseguró, señalando que la empatía cultural y la formación constante son fundamentales para que la comunicación inclusiva sea efectiva.
Finalmente, Eva Salaverria Sacristán, de Communications & Campaigns Manager de CIRSA/Sportium, puso el foco en los retos de comunicar en un contexto internacional, donde las diferencias culturales y regionales juegan un papel esencial. “La diversidad no solo se trata de género; en empresas internacionales, la comunicación debe adaptarse a las diferencias culturales y regionales para ser realmente inclusiva”, garantizó, dejando claro que la adaptabilidad es clave en un entorno tan diverso.
A través de estas intervenciones, se destacó que la comunicación inclusiva es una necesidad real que debe integrarse de manera transversal en la estrategia empresarial, y no una moda pasajera. Las participantes coincidieron en que este enfoque requiere un cambio de mentalidad y una planificación estratégica a largo plazo, considerando la diversidad generacional, cultural y de género como una ventaja competitiva. A pesar de los desafíos, se subrayó que el progreso depende de adaptar los mensajes, aprovechar las herramientas tecnológicas y cultivar el respeto y la empatía hacia cada individuo, ya que la comunicación inclusiva es una práctica continua que exige compromiso diario.
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